UNA MANZANA AL DÍA MANTIENE AL DOCTOR LEJOS DE TU VIDA

Es una de las traducciones de un famoso refrán inglés- an apple a day keeps the doctor away- que nos transmite de forma clara lo buena que es esta fruta para nuestra salud. La manzana tiene múltiples propiedades concentradas tanto en la piel como en el interior, que la convierten en antidiarreica, laxante, diurética, hidratante, además de prevenir enfermedades y estimular el cerebro, entre otras cualidades. A continuación os cuento más sobre la conocida como fruta de la salud que se nos ofrece sus beneficios durante todo el año.

Pocas frutas son tan conocidas y han sido tan utilizadas en la historia como la manzana. Desde Adán y Eva que la comieron en el paraíso, pasando por la que durmió a Blancanieves, la que golpeó en la cabeza a Isaac Newton, como blanco de la flecha de Guillermo Tell o como marca de una famosa compañía informática, la manzana está presente desde siempre unida a cuentos, leyendas y realidades. Pero, literatura aparte, lo cierto es que su consumo aporta una gran cantidad de beneficios a nuestra salud, además de mantenerse mucho tiempo conservando su valor nutritivo.

LA FRUTA DE LAS MIL PROPIEDADES

La manzana está compuesta por un 85 por ciento de agua, por lo que nos hidrata y nos ayuda a recuperarnos de los esfuerzos. A esto contribuye también su alto contenido en fósforo, que, además de devolvernos la energía, fortalece nuestra memoria. En este sentido, el boro, un mineral que participa en numerosas funciones del organismo y que se encuentran en la manzana, estimula el cerebro y facilita la asimilación del calcio y el magnesio, que ayuda prevenir la osteoporosis.

La piel de la manzana contiene pectina, una fibra soluble que protege la mucosa intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. También protege contra el cáncer de colon, previene la diabetes y reduce el colesterol en sangre. Además. si tomamos la manzana asada o en compota, actúa como antidiarreico. Un remedio que me recomendó una amiga para aliviar la diarrea es rallar una manzana madura y dejar la pulpa a temperatura ambiente hasta que se oscurezca. Por su parte, la quercetina, un flavonoide presente en la manzana, ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, el asma y la artritis.

Consumir una manzana antes de comer o cenar tiene un efecto saciante que ayuda en la dietas para controlar el peso. Y si la tomamos después, nos ayuda a digerir la comida. Una manzana cocida es ideal para combatir la acidez de estómago.

También es excelente para nuestra piel, manteniéndola hidratada y luminosa por sus propiedades desinfectantes, astringentes y bactericidas. Una mascarilla muy fácil de hacer para pieles grasas consiste en rallar una manzana verde y aplicarla sobre la piel limpia durante unos quince minutos.

Respecto a las variedades de manzana, destacar que la rojas contiene antioxidantes y benefician la memoria, el corazón, y el tracto urinario; las amarillas son excelentes para la vista y la protección cardiovascular, y las verdes, para los huesos y dientes. De hecho, masticar manzana después de comer, refresca la boca, combate el mal aliento y previene la aparición de caries.

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