No hay fórmulas para curar el estrés, pero lo que sí podemos hacer es reducir las situaciones de sobrecarga. Para ello, se deben programar las actividades para evitar que se acumulen y se conviertan en catástrofes. Aquí tienes cómo lograrlo para conseguir hacer frente al estrés:
Delega responsabilidades: aprende a decir 'no' a aquello que no se pueda cumplir.
Establece prioridades, y no te preocupes de las cosas que no se pueden controlar, como por ejemplo el clima.
Intenta ver los cambios como algo positivo y no como una amenaza. Pedir ayuda a los amigos o familiares y, cuando sea necesario, dirigirse a profesionales.
Apóyate en tus seres queridos. Pídeles ayuda si crees que la necesitas, y no finjas que estás bien, porque la impostura te puede provocar más ansiedad todavía.
Aprende a relajarte. Una forma de relajación: recostarse sobre una superficie plana, colocando una mano sobre el estómago, y la otra en el pecho. Inhalar aire al mismo tiempo que el estómago se hincha, y exhalarlo mientras el estómago baja.
Practica ejercicio físico todos los días de forma moderada.
Duerme lo suficiente. Si no descansas bien sin motivo, consulta cuanto antes con un especialista.
No te automediques, ni para relajarte ni para dormir.
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