El Jenibre es una planta originaria de Indochina y las zonas tropicales de Asia e India, pero actualmente es una planta pantropical de cultivo. Existen diversas especies, siendo las más costosas las procedentes de Australia, Jamaica y la India, pero de mejor calidad las cultivadas en China. Desde la antigüedad se le han atribuido cualidades medicinales al jengibre, especialmente en Asia, no obstante su mayor uso se da en la gastronomía como especia. En la Edad Media se pensaba que esta planta provenía directamente del jardín del Edén, y sus cualidades medicinales fueron descubiertas en la India, en donde es frecuentemente utilizada para combatir problemas digestivos.
Es una planta herbácea perenne con un rizoma rugoso y nudoso de color amarillento y de especial sabor picante, mientras que sus tallos son oblicuos, redondos, erectos, anuales y rojizos que alcanzan hasta el metro de altura. Las hojas salen del rizoma, son envolventes, alternas, lanceoladas, subsésiles y agudas, las cuales alcanzan los 10 cm de longitud. Las flores se caracterizan por su fragante aroma, son pequeñas, de un amarillo verdoso y están dispuestas en racimos terminales que salen del tallo floral. Su fruto es una cápsula muy pequeña.
Beneficios del Jengibre
Como se mencionó anteriormente el jengibre presta grandes beneficios a nivel digestivo, pues al ser consumido produce una sensación de calor que estimula las funciones estomacales y contribuye en los tratamientos contra la dispepsia . Para mejorar la digestión será necesario diluir 30 gotas de tintura de jengibre en abundante agua y beber dos veces al día. Como estimula los procesos intestinales es útil en los tratamientos contra las flatulencias, las nauseas y los cólicos abdominales, también estimula las glándulas salivares, lo que genera apetito .
Los gargarismos y baños bucales hechos con la infusión o decocción de esta planta son beneficiosos para complementar el aseo dental.
Para aliviar el malestar provocado por la amigdalitis se aconseja cocinar una cucharada sopera de jengibre, dos de cola de caballo picado y cuatro hojas de achiote en medio litro de agua. Hacer gárgaras con el agua tibia tres veces al día.
Infusión para disminuir la fiebre y acabar con las flemas: Agregue 2 cucharadas de raíz rallada y fresca de jengibre a 2 tazas de agua hirviendo, mezcle, tape y deje reposar lejos del fuego por aproximadamente 30 minutos. Esta infusión debe beberse tibia cada dos horas y media.
Por vía externa los emplastos pectorales hechos con el jengibre son útiles para combatir el resfriado, los catarros y otras afecciones de las vías respiratorias altas debido a sus propiedades como expectorante . Los emplastos también son aconsejables para tratar los dolores propios del reumatismo, así como los dolores de cabeza o las migrañas, solo basta con aplicarlos sobre las sienes y poco a poco sentirá como la presión disminuye.
Para las nauseas ocasionadas por el embarazo o malestar al despertar: Prepare un té con 1 cucharada de raíz fresca de jengibre rallado en una taza de agua. Esta bebida se debe suministrar en pequeñas cantidades o por sorbos a lo largo del día. Es preciso evitar tomar más de tres tazas diarias.
La decocción de la raíz es beneficiosa para la circulación, el corazón y la purificación de la sangre disminuyendo los niveles de colesterol, también es un regulador del flujo menstrual y durante el embarazo es frecuente su uso para evitar las nauseas propias de ese estado.
Aceite esencial para aliviar los dolores ocasionados por la artritis : Mezcle 20 gotas del aceite con 5 gotas de esencia de jengibre, aplique y realice un masaje en la zona afectada.
Para los problemas de impotencia: Debe realizar el cocimiento de tres cucharadas soperas de canela molida, cinco de jengibre y una cucharadita de té de nuez moscada, mezclar todo y hervirlo en medio litro de leche por diez minutos. Una vez se retira del fuego debe repartirse para tomar dos veces al día.
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