Hace poco leí un artículo en la revista Prevention titulado “7 Foods That Should Never Cross Your Lips” (o sea, “7 alimentos que nunca deberían rozar tus labios”), firmado por Anne Underwood, que me dejó tocado. Se trata de una recopilación de comidas bastante habituales en la dieta de la mayoría de nosotros, que se recomienda no comer nunca por resultar nocivas para la salud por diversas razones.
Las manzanas que siempre elogio y que hace poco os recomendé llevar como snack a la oficina, están en esa lista. Pero como os podéis imaginar, no se recomienda evitar comer manzanas por la naturaleza misma de las manzanas, sino por el dudoso efecto que puede tener sobre nuestro organismo el consumo a largo plazo de los pesticidas que éstas transportan consigo. Pero no son las únicas. Junto con las manzanas, hay otros 6 alimentos que, según este artículo, debemos evitar comer en la medida de lo posible. Lo mejor es que, aparte de denunciar, aporta soluciones. Os lo resumo:
1. Tomates en conserva. Las latas contienen una sustancia llamada bisfenol-A que el endocrinólogo Ferderik Vom Salla de la Universidad de Missouri relaciona con diversas enfermedades. Consejo: comprar tomates envasados en vidrio.
2. Carne de terneras alimentadas con piensos. Sustituir la hierba por piensos compuestos de semillas de maíz, soja y derivados del pollo, para aumentar su volumen más rápidamente, disminuye las calidad de la carne, según un estudio del A.S.D.A., el equivalente al Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos.Consejo: comprar carne alimentada sólo con pasto.
3. Palomitas para microondas. Algunos productos químicos contenidos por la bolsa y que se acaban depositando en las palomitas, podrían estar relacionados con enfermedades como la infertilidad, según estudios realizados en la Universidad de Los Ángeles, California. Consejo: hacer las palomitas al estilo tradicional, en un olla o sartén con aceite.
4. Patatas no orgánicas. Muchos de los herbicidas, pesticidas y fungicidas que se les echan a las patatas, acaban siendo absorbidos por éstas a través de la raíz. Lavarlas, por lo tanto, no vale de nada, según el presidente de la National Organic Standards Board (Junta Nacional de Estándares Orgánicos) de Estados Unidos. Consejo: comprar patatas orgánicas.
5. Salmón de piscifactoría. Si la sombra se cierne sobre el pescado extraído de los océanos contaminados, según un artículo del doctor David Carpenter, director del Instituto de Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Albany, los salmones de piscifactoría son, debido a su pobre alimentación, más pobres en nutrientes, y ricos en sustancias altamente nocivas. Consejo: comprar salmón pescado (al parecer, los que son etiquetados como “pescados en el Atlántico”, en realidad son de piscifactoría).
6. Leche de vacas tratadas con hormonas artificiales de crecimiento. Las hormonas rBGH o rBST, usadas para incrementar la producción de leche, son sospechosas de provocar cáncer, y han sido prohibidas en muchos países. Consejo: Comprar leche orgánica, o en todo caso, asegurarse de que está libre de estas hormonas.
7. Manzanas convencionales. Al igual que las patatas, las manzanas, al no desarrollar resistencia a las plagas, son pulverizadas con pesticidas muy frecuentemente. Consejo: comprar manzanas orgánicas. Si no (y esto lo digo yo), pelar las manzanas o lavarlas y frotarlas mucho antes de hincarles el diente.
Por desgracia, ni visto batas blancas, ni tengo tubos de ensayo en casa con los que analizar los alimentos de los que se habla en este artículo, pero escucho y leo a los expertos en todo lo que tiene que ver con la salud y la alimentación, y hay cosas que no acaban de pasar por el filtro del sentido común de uno. Sea por esto mismo, sea por pura ignorancia, o sea porque el análisis publicado en Prevention se apoya en conclusiones extraídas de análisis científicos, lo cierto es que me siento con el derecho de dudar de estos alimentos, y también de compartir mis dudas.
Todos hemos oído eso de: “los niveles de tal sustancia contenidos por tal producto, se encuentran dentro de los márgenes de lo permitido”; pero al hilo de esto, a muchos nos surgen preguntas como: ¿dónde está el límite de lo permitido y lo no permitido?, ¿hasta qué punto unos niveles permitidos no pueden causar, aplicados al conjunto de los alimentos, efectos nocivos en el organismo?, ¿acaso muchas sustancias en los niveles establecidos son inocentes simplemente porque no se ha podido demostrar lo contrario?, ¿teniendo en cuenta los antecedentes, es posible que lo que hoy se considera como “permitido”, mañana pase a no serlo? Pido perdón por mi ignorancia.
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