Soluciones a los dilemas de los padres primerizos



Es común que los padres primerizos tengan muchas dudas y se cuestionen todo lo que hacen, respecto al cuidado de sus bebés. ¿Debo mantener la casa en silencio total mientras el bebé duerme? ¿Puedo ver la tele mientras amamanto al bebé? ¿Debemos ponerle música? ¿Será malo darle un chupón o chupete? No hay ninguna regla fija. Las respuestas a estas preguntas dependerán totalmente de ti, tu familia y tu bebé.


¿Debo mantener la casa en silencio?

Muchos padres primerizos tratan de mantener la casa en silencio, sobre todo mientras el bebé duerme. Sin embargo, esto no es necesario. La mayoría de los recién nacidos logran dormir en ambientes bastante ruidosos, e incluso, muchos bebés duermen mejor si hay cualquier clase de "ruido blanco" (sonidos continuos e indefinidos) de fondo, como el ruido del lavaplatos, la lavadora o el secador de cabello. Además, en una casa donde hay hermanitos, por ejemplo, es imposible que no haya ruido.

Para facilitarte la vida, ayúdale a tu pequeño a empezar a distinguir entre el día y la noche, desde el principio. Durante el día, deja entrar la luz, pon la radio o la televisión, y no te preocupes por no hacer ruido. Cuando empiece a anochecer, poco a poco crea un ambiente silencioso, tranquilo y sin muchos estímulos.

¿Puedo ver televisión mientras amamanto a mi bebé?

Muchas mamás aprovechan para relajarse un poco y ver la televisión, mientras amamantan a sus bebés por las noches. Ver la tele o navegar por Internet, no tiene nada de malo. Cuando tu bebé esté más grandecito, puede que estas cosas lo distraigan, pero a esta edad ni siquiera se va a dar cuenta.



Sin embargo, en medio de la noche, procura mantener bajito el volumen y las luces apagadas, para que la habitación permanezca oscura y tranquila. Así enfatizarás la diferencia entre el día y la noche, explica la pediatra Jennifer Shu, coautora del libro Heading Home With Your Newborn: From Birth to Reality (La llegada a casa con tu recién nacido: del nacimiento a la realidad).

¿Deberíamos ponerle música al bebé?

Escuchar música puede ser muy agradable y relajante. Siempre y cuando esto no parezca molestarle a tu bebé, ¡adelante con tu repertorio musical! (al fin de cuentas, es muy probable que tu bebé ya haya estado escuchando esas melodías desde que estaba en tu vientre). Aunque no esperes ninguna clase de reacción de su parte, puede que tu pequeño desarrolle una afinidad por la música más adelante, pero por ahora tú serás quien realmente la disfrute.

Escucha una selección de canciones infantiles y de cuna tradicionales, en español.

¿Debo darle el chupón?

Algunos padres evitan el uso del chupete, con la esperanza de que el bebé encuentre otras formas de calmarse a sí mismo (chupándose el pulgar, por ejemplo). No obstante, existe algo de evidencia de que los chupetes podrían reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé (o SIDS, por sus siglas en inglés). Para evitar que la diferencia de succión confunda al bebé, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), recomienda que esperes a que tu hijito aprenda a tomar bien el pecho —alrededor de 1 mes—, antes de darle un chupón.

Si decides darle el chupete, busca un modelo que tenga una tetina suave y que sea del tamaño apropiado para un recién nacido. Es mejor darle el chupón sólo después de comer o entre comidas, para evitar que el acto de succionar le quite el apetito y sustituya o retrase las comidas.

¿Cómo puedo ducharme cuando estoy sola con mi bebé?

Si estás sola con tu bebé y tienes que ducharte, una opción es que lo coloques en un lugar seguro y te duches. Algunas mamás colocan a sus pequeños en una sillita infantil para el auto o en una que vibra, y la ponen en el piso del cuarto de baño. Otra alternativa es esperar a que el bebé se duerma y te lleves al baño, el monitor. Puede que no sea una ducha muy relajante, pero igual te ayudará a sentirte energizada.

¿Qué hago con tantas visitas?

¿A quién no le encanta un recién nacido? El problema es que en esos primeros días, demasiadas visitas, por más bienintencionadas que sean, podrían abrumarte. Pídele a tu pareja, un familiar o una amiga cercana, que se asegure de mantener el "horario de visitas" bajo control. Esta persona podría, por ejemplo, encargarse de organizar una pequeña reunión al cabo de dos o tres semanas y avisar a tus amigos que, en esa fecha, están invitados a conocer al bebé.

Otra idea es permitir que te visiten solamente quienes vienen a ayudarte, trayéndote la compra o el mandado, preparando comidas, o ayudándote con las tareas de casa, en lugar de las visitas que solamente vienen a sentarse y a charlar (o peor aún, esas visitas que esperan que las entretengas y les sirvas comida o aperitivos).

Una forma de compartir la buena nueva con tu círculo de amistades es, actualizando tus redes sociales, enviando mensajes de texto o un correo electrónico, o grabando un comunicado especial en tu contestador automático. Prepara un cartelito con las palabras "¡Silencio por favor!" o "¡No despierten al bebé, por favor!" y cuélgalo en la puerta de entrada de tu casa. De esa manera evitarás que alguien toque la campana inesperadamente.



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