Sabemos que correr es una estupenda manera de mantenerse en forma. ¿Cómo afecta al organismo?
El efecto más obvio que produce es el consumo de calorías y la elevación del índice metabólico o velocidad con que el organismo utiliza la energía. Esto puede ayudar a controlar el peso. Correr también fortifica y tonifica los músculos, especialmente en la parte inferior del cuerpo. Si uno está tonificado y en forma, resulta más fácil realizar otras actividades físicas. Pero correr o realizar de manera habitual cualquier otra forma de ejercicio físico también afecta otros sistemas del cuerpo.
Correr es una forma de ejercicio aeróbico durante el cual se incrementa la frecuencia cardíaca. Al elevarse el ritmo cardíaco, todo el sistema cardiovascular (el corazón y los vasos sanguíneos) hacen ejercicio. La práctica habitual de ejercicios físicos hace que el sistema cardiovascular funcione con más eficiencia. ¿Qué significa? El corazón es un músculo y cuando la frecuencia cardíaca se eleva durante los ejercicios, el corazón hace ejercicio. Realizar ejercicios habitualmente hace que el corazón y las otras partes del sistema cardiovascular se vuelvan más resistente y lo ayudan a funcionar mejor. El corazón bombea más sangre con cada latido. Esto a su vez ayuda a que los vasos sanguíneos mantengan la elasticidad. Al incrementarse el volumen de sangre, se transporta más oxígeno desde los pulmones a las otras partes del cuerpo. Los pulmones también hacen ejercicio, ya que al correr, aumenta el ritmo respiratorio.
¿Por qué son importantes estas consecuencias? El control del peso cumple un papel fundamental en la prevención de la diabetes tipo 2, enfermedad en la que no se metaboliza adecuadamente el azúcar de los alimentos. Esta enfermedad está aumentando en forma significativa en todo el mundo, especialmente en países cuya industrialización crece con rapidez. Las personas con diabetes son más propensas a padecer enfermedades de los riñones, enfermedades cardiovasculares, ceguera, gangrena y otras dolencias.
La práctica habitual de ejercicios físicos reduce la presión sanguínea, lo que ayuda a controlar la hipertensión (presión sanguínea alta). El ejercicio también aumenta el colesterol bueno (de las lipoproteínas de alta densidad o HDL) y reduce el colesterol malo (de las lipoproteínas de baja densidad o LDL), colesterol que se acumula en las arterias. Todo esto ayuda a prevenir ataques cardíacos, derrames cerebrales y otras enfermedades cardiovasculares.
Otra ventaja de correr es que se trata de un ejercicio que soporta la carga del peso. Los ejercicios en los que los músculos se contraen sobre los huesos ayudan al fortalecimiento óseo. Les aportan resistencia y salud.
Si cualquier actividad aeróbica de carga de peso proporciona un buen ejercicio general para el cuerpo, ¿por qué elegir correr? La respuesta es la simplicidad de la actividad. Se puede correr en una carretera al aire libre o en un circuito o en una cinta bajo techo. Más allá de un buen calzado deportivo, es muy poco el equipo que esta actividad requiere, y puede hacerse con tiempo cálido o fresco.
0 comentarios:
Publicar un comentario