Espero que todos tengas asumido que el proceso de glicación de nuestro organismo es algo que está ahí y no hay manera de eliminar pero, como todo proceso que nos hace envejecer cada día un poquito, se puede ralentizar con más de un freno: la dieta adecuada es el mejor elixir de juventud.
Os expliqué hace un par de días que en el proceso de glicación un molécula de azúcar (glucosa) se adhiere como una paparra a una molécula de proteína y la debilita hasta que no puede seguir con su trabajo. Eso pasa a nivel global en nuestro organismo con lo cual un exceso de glucosa pupulando por ahí es una catapulta para la glicación.
Mi objetivo en este post es mejorar la longevidad de la piel pero, al hablar de dietas que frenen la glicación, claro está que son beneficiosas para todos los órganos: mejorará esa longevidad en todos los sentidos. Para la piel, el objetivo es escudar al colágeno contra ese proceso, además de usar la cosmética antiedad A.E.G., con los alimentos que ingerimos.
De hecho, la mitad del trabajo de este post lo hizo Humbert en el suyo sobre la dieta de la Zona: Hablar de una dieta anti-glicación es hablar de una dieta antiinflamatoria. El truco es lograr la siguiente combinación:
Adecuada en proteína, para reparar el colágeno.
Carbohidratos de baja carga glucémica, de absorción lenta pero suficientes para asegurarnos el “combustible” que necesita el cuerpo. Menos pan, pasta, arroz o trigo en favor de frutas y verduras.
Proporcionar grasas monoinsaturadas: aceite de oliva virgen y frutos secos.
Como os he indicado más arriba, esta dieta se puede considerar de la Zona y es muy recomendableinformarse al máximo e incluso ponerse en manos de un dietista o nutricionista si queréis cumplirla a rajatabla. Aunque comer sano no necesita más que de sentido común y motivación.
¿Ya bebeis vuestra copa de vino diaria? Ya os hablé de sus beneficios en cuanto a aporte de omega 3: en la glicación, ese omega 3 tiene un papel relevante. Cuantos más alimentos y suplementos antioxidantes tomemos, mucho mejor lo tendremos para dar guerra a esa glicación que nos envejecey nos estropea el colágeno, que es el que sostiene y evita que la piel tenga arrugas.
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